Cabalgatas
Una hermosa manera de conocer Mar de las Pampas y sus alrededores es a caballo. Bosques, médanos y mar conforman una química ideal para dar rienda suelta a una aventura que puede volverse extraordinaria.
Antes de que el cartel anuncie la llegada a Mar de las Pampas, una ancha calle de arena que nace en Villa Gesell deja observar distintos palenques a ambos lados que muestran con orgullo sus caballos criollos, entre los que se destacan potrillos, padrillos, yeguas e incluso ponies para los más pequeños visitantes.
No es necesario ser un avezado jinete o haber tenido una reconocida experiencia en el arte de la doma. Sólo hay que animarse. Y por lo que se puede observar, cualquiera puede montar y vivir la sensación hermosa de recorrer senderos que atraviesan bosques, médanos y que finalmente nos depositan en las anchísimas playas de mar y arena que existen en estos balnearios del Atlántico.
Se pueden alquilar por hora, por medio día e incluso por todo el día, en caso de que se tenga planeada alguna larga travesía por los alrededores de la zona, como por ejemplo al faro Querandí o a las inmediaciones de la laguna Mar Chiquita, ubicada en las cercanías de la localidad de Santa Clara del Mar. Algunos guías, que en su mayoría son gauchos u hombres de campo, se encargan de dirigir grupos tanto de día como de noche. Las excursiones nocturnas se realizan cuando el calendario anuncia luna llena y, cuando esto ocurre, hay que reservar montura con anterioridad si no se quiere quedar a pie.