Capilla de San Roque
El templo católico más antiguo de La Cumbre se distingue por la simpleza de su construcción y un entorno que invita a la reflexión.
Aunque no existen fechas precisas del inicio y fin de la construcción, se estima que en 1898 se libró al culto esta capilla, que ya funcionaba como oratorio desde 1880, o quizá mucho antes en la casona de la familia Olmos, pues en los Libros Sacramentales que guarda el Archivo del Arzobispado de Córdoba, en la sección Curato de la Punilla o Parroquia de Cosquín, se pueden comprobar inscripciones de bautismo, matrimonios y defunciones, que expresan textualmente que fueron efectuados en el Oratorio de Doña Petrona Olmos.
La capilla que se encuentra bajo la advocación de San Roque, mantiene características similares a templos coloniales del norte del país. La construcción fue obra de Sandalio Pavón (1852 - 1915), quien trabajó junto a un grupo de vecinos para erigir este templo que tiene una entrada de tres arcos, techo de tejas a dos aguas, internamente armado con cabriadas de madera. En el exterior una pequeña cruz corona el frontispicio y dos campanas sostenidas por un poste de quebracho en la cubierta superior del ingreso le brindan una particular fisonomía.
El edificio tiene una sola nave y al costado del altar, formando una ele se encuentra una edificación saliente donde se ubica la pila bautismal y otras reliquias de carácter religioso.
El historiador Olmos destaca que la imagen del santo que se venera en la capilla y que todos los años sale en procesión por las calles de La Cumbre, es una bellísima imagen de vestir, de madera policromada, de mediana estatura y que según una hipótesis del licenciado Alejandro Moyano Aliaga, bien puede ser la misma que se veneraba en la capilla de la Estancia del Señor San Roque, enclavada al norte del valle de Punilla.
Con la construcción de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, entre 1917 y 1920, la capilla San Roque, pasa a un segundo plano. Recién en 1924, con la llegada de sacerdotes de la Orden Benedictina, que ocupan el predio de San Roque, vuelve a tener preponderancia en la vida comunitaria de La Cumbre.
En marzo de ese año se inauguró la escuela de San Roque, tal como lo había pedido Petrona Olmos, en su testamento que la curia abriese una escuela para atender a los niños de las sierras.