Faro (José Ignacio)
Fue construido y entregado al servicio el 17 de noviembre de 1860, por Tomás Libarena con el fin de orientar la navegación en el Océano Atlántico y el Río de la Plata, se utilizó para la construcción del mismo una mezcla de tierra de origen volcánico procedente de Roma, más dura que el cemento, razón por la cual se conserva en perfecto estado.
Tiene 45 metros de altura y los prismas de cristal que constituyen el sistema de iluminación fueron traídos desde Francia, funciona a electricidad y en caso de emergencia a gas de acetileno. El ascenso por el interior del faro es posible a través de una escalera en forma de caracol de 150 escalones.