Turismo Rural
La estancia argentina surgió de una particular síntesis entre la tradición criolla y la cultura europea. Su desarrollo derivó en la incorporación, como mano de obra, de gauchos, indios e incluso ex esclavos negros. A su alrededor se plantaron refinadas arboledas traídas de ultramar que resguardaron del viento a los cascos.
La mayoría estaba frente a un deslumbrante parque diseñado por algún paisajista famoso y en el interior del casco comenzaron a proliferar colecciones de arte y refinados muebles europeos.
La tradición gauchesca está representada en amplios sectores de la llanura bonaerense, que alberga alrededor de 150 cascos de estancias.
Desde modestos caserones hasta lujosos e imponenetes cascos históricos, ofrecen servicios turísticos, pudiendo pasar un día de campo o una estadía prolongada.
Se contemplan espectáculos únicos tales como la doma, la yerra, diversos shows folklóricos, competencias ecuestres, cálidos fogones y por supuesto el visitante puede disfrutar de un exquisito asado criollo, típicas empanadas y los excelentes y apreciados vinos argentinos.
Así mismo es posible practicar pesca, náutica, caza, cabalgatas, paseos en bicicleta, equitación, polo, pato y pintorescos paseos en sulkys.